En ocasiones estamos tan concentrados en nosotros mismos y nuestro alrededor, que perdemos de vista el panorama más amplio. Algunas de las preocupaciones que son más importantes para nosotros no lo son para Dios. Ese es el caso de Jesús en esta historia.
Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes. Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis? Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis? Marcos 8:15-21
Los discípulos están muy preocupados por la provisión material, mientras que para Jesús eso es secundario. Ya Jesús ha probado que es capaz de suplir todas nuestras necesidades materiales. Por eso su reacción está enmarcada en la conversación con los fariseos, quienes pedían sus milagros solo con intención de tentarlo y ponerlo a prueba.
Nuestra relación con Dios no puede depender de que Dios tenga que probarse a sí mismo en todo tiempo. Cuánto nos ama y lo que es capaz de hacer por nosotros ya está probado. ¿Acaso todavía no comprendemos?
La levadura es signo del fermento que hace crecer nuestra incomprensión, nuestra ceguera y nuestra incredulidad, como lo era la de los fariseos y los gobernantes. Nuestra fe no puede depender de los signos, señales y milagros, son los milagros los que dependen de la fe.
Cuidado con estar buscando señales que alimenten tu incredulidad. Cree para entender, en lugar de querer entender para poder creer.
Preguntas para cultivar la palabra:
¿Cómo puedo superar mi ceguera espiritual?
¿En qué actitudes todavía me parezco a los fariseos?
¿Cuánto depende mi relación con Dios de los bienes materiales que pueda recibir de él?
Oremos: Señor, abre mis ojos a lo que es verdaderamente importante para ti. Ayúdame a confiar en tu provisión, pero no hacer de tu provisión la condición para que mi fe y para que mi amor por ti crezca. Enséñame a tener un corazón agradecido en todo tiempo y regocijado en tu compañía aun en el día de la prueba.
*Colaboración para Momento Sagrado, 15 de febrero de 2022.

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