La compasión de Dios comienza por enseñarnos a identificar nuestros propios recursos y hacernos solidarios los unos con los otros. Pero cuando nuestros recursos no son suficientes, él los bendice para que alcancen.
Creer para entender
Cuidado con estar buscando señales que alimenten tu incredulidad. Cree para entender en lugar de querer entender para poder creer.