PALABRA DIARIA | CAMINEMOS JUNTOS

Cuántas veces le hemos dicho al Señor “si eres tu, confírmame, muéstrame, llámame, convócame…” Nos da trabajo distinguir la voz de Dios. Una pregunta importante que nos debemos hacer podría ser: ¿qué nos impide reconocer la voz de Dios?

Y los discípulos, viéndole andar sobre la mar, se turbaron, diciendo: ¡Es un fantasma! Y dieron voces de miedo. Mas luego Jesús les habló, diciendo: ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, ordena que yo vaya á ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir á Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: Señor, sálvame. Y luego Jesús, lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste? Mateo 14:26-31

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¡En cuántas ocasiones no hemos sido como Pedro! En otras palabras: yo creo que eres tú si me das el poder de ser como tú, de hacer, lo que tu haces. ¡Eso es tan peligroso! A Pedro casi le cuesta la vida. 

La fe no es una competencia sobre quién puede hacer más cosas sobrenaturales en nombre de Jesús. La fe tiene que ver con aprender a distinguir la voz del Maestro y reconocer su presencia en medio de la tempestad. De eso se trata.

Cuando Pedro apartó sus ojos de Jesús, el miedo de lo que veía a su alrededor, le robó la capacidad para caminar sobre las aguas. No hundirnos ni fallecer en el mar de los problemas, no depende de mis recursos personales, de cuánto he estudiado, de cuánto tiempo llevo en la iglesia, de cuán atrevido o arriesgado soy. Superar las crisis que nos confrontan con lo imposible, depende de que yo pueda fijar mi mirada en Dios y no en lo que está a mi alrededor. Por eso mucha gente comienza a hundirse después de empezar a caminar, porque confiados en sí mismos cambian su mirada de norte. Los proyectos le duran poco, parecen muy seguros de sí mismos, pero en realidad se desorientan y pierden la fe fácilmente.

¿Por qué dudas? Es la expresión de Jesús, para Pedro y para ti hoy. ¿Por qué dudas si en tu vida ya has visto milagros? Solo dame la mano y caminemos juntos entre la tempestad hasta lugar seguro.

32 En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento.” Mt 14:32

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