PALABRA DIARIA | DIOS TE TOMA EN CUENTA

Este texto tiene un tesoro hermoso, escondido dentro de sí que merece ser revelado. Si fueramos a traducirlo de manera literal, no en una traducción dinámica, contextual, el verbo que del griego se traduce como “alabo”, también se puede traducir por “estoy de acuerdo“. De escogerse esa traducción, el texto diría de la siguiente manera: “Estoy de acuerdo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste a los sabios y a los entendidos.”

«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos.” Mt 11:25

Jesús está de acuerdo con el Padre. Yo no se lo que eso pueda significar para ti, pero para mi es muy significativo. Me habla del acuerdo entre el Padre y el Hijo en favor de nosotros. Me habla del proyecto de Dios de empoderar a los sencillos y humildes, para sacarlos de su condición de precariedad. Me habla y me dice que sus planes son un acuerdo, un acuerdo entre el y Jesús. Y ¿Por qué eso es importante? Es importante porque Jesús te representa a ti y me representa a mi. En Jesús estamos representados tu y yo, está representada nuestra fragilidad y vulnerabilidad; sobre todo está representada nuestra condición social, muy distante de ser privilegiada. Están representados los pescadores, hombres sin estudios, sin letras, algunos de ellos sin posesiones materiales, otros ni siquiera contaban con salud física, lo que los hacia “no gratos” para la religión y la sociedad.

Jesús nos representa ante el Padre y el Padre toma en cuenta la opinión de Jesús, eso quiere decir que Dios te toma en cuenta. En Jesús tu y yo tenemos un lugar ante Dios, y ese lugar es uno de privilegio. Dios te toma en cuenta. Y Dios decide, en armonía con Jesús, darte una revelación exclusiva, una revelación para restaurarte, para transformarte y para empoderarte, para darte recursos; pero a la misma vez, para avergonzar aquellos que te han menospreciado.

En el Reino de Dios hay un lugar de privilegio para ti, y para eso no hay que esperar a la vida eterna, ese privilegio comienza en esta tierra desde el día que Dios decidió ponerse de acuerdo con Jesús para escogerte a ti como embajador y proclamador de su Reino.

¡Que el Señor nos ayude a reconocer los grandes tesoros escondidos en su evangelio para el beneficio de los que más lo necesitan!

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