Limitar a Dios dentro de una visión antropomórfica y patriarcal ignora la grandeza ilimitada de "Su Ser" en relación con las limitaciones humana. Mi Dios es Padre y Madre porque llamándole Madre no tengo nada que perder y sí mucho que ganar. No pierdo poder pero sí gano igualdad y dignidad.
Orar con el Padre Nuestro debe ser una reflexión de vulnerabilidad que ponga al descubierto aquellas áreas de nuestro corazón que no quieren perdonar, que no pueden perder el control y no saben compartir lo poco o lo mucho.
El arte de coser el tapiz de la predicación es un proceso sagrado de encuentro con la Palabra y con el Dios de la Palabra. Ese encuentro es revelación para nuestra vida que a su vez se convierte en revelación para la vida de otros. La historia sagrada, mi historia y las historias de la... Continue Reading →
Gracias es una expresión común de nuestro compartir cotidiano; sin embargo, la gratitud es mucho más que dar gracias. Frente a un mundo complejo, de retos y crisis que atentan contra nuestro sentido de esperanza, la gratitud nos ofrece otra perspectiva para ver y vivir la vida. He aquí 5 formas en las que la... Continue Reading →
Hoy fui a conocer el rebaño de ovejas de un amigo. De camino a donde pastaban las ovejas nos detuvimos en el establo de los cabritos. Al llegar, los pequeñines me rodearon como esperando les diera una caricia y algo de comer, y una cabrita más grande de nombre María se dedicó a seguirme a... Continue Reading →
Dalia María es una mujer sencilla, muy, muy delgada, ya desmejorada por su salud, con el cabello extremadamente corto y lleno de canas. Sus 56 años se le ven en la piel pero su espontaneidad y cierto dejo de inocencia le hacen verse mucho más joven a pesar de su desmejorado rostro. No se ve... Continue Reading →
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IvelisseValentínVera 