Siempre digo que una de las cosas que me fascinan de los Salmos es que fueron escritos por personas como nosotros, con problemas; con momentos de profunda tristeza y hasta desesperanza, en momentos de incredulidad y hasta de coraje. Pero lo maravilloso es que aun cuando podemos leer las expresiones genuinas de hombres y mujeres totalmente normales, vulnerables y hasta que a veces parecerían haber estado totalmente desconectados de una vida de fidelidad a Dios, su reflexión siempre termina encontrando a Dios en medio de sus circunstancias de vida.
“Confía en el Señor y haz lo bueno,
vive en la tierra y manténte fiel.
Ama al Señor con ternura,
y él cumplirá tus deseos más profundos.
Pon tu vida en las manos del Señor;
confía en él, y él vendrá en tu ayuda.”
Sal 37:3-5
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En estos versos el salmista esta molesto con la prosperidad de la gente mala. Pero parece que ya ha superado esa etapa de coraje y comienza a desarrollar toda una estrategia para estar en paz y poder enfocarse en lo que le toca hacer, en sus proyectos de vida; sin que esos pensamientos de “por qué al otro le va mejor que a mi” le hagan perder su norte. El consejo que nos da el salmista se puede resumir en 3 palabras Claves;
- CONFIANZA
- AMOR
- ENTREGA
Esa es la clave para poder mantenernos enfocados y esperar las bendiciones que Dios tiene para nosotros sin desmayar.
I. CONFIA en el Señor, haz lo bueno y mantente fiel.
No importa lo que pase a tu alrededor ni lo que haga la gente a tu alrededor; incluso, no importa lo que te esté pasando, CONFIA en el Señor.
¿Cómo nosotros demostramos nuestra confianza al Señor? Aunque las cosas no siempre parezcan estarme yendo bien, vamos a permanecer haciendo lo bueno y siendo fieles a Dios. Porque en las palabras del salmista nosotros tenemos la experiencia de vida de alguien a quien Dios finalmente le honró su fidelidad.
2. AMA al Señor, y el cumplirá tus deseos más profundos. Amar a Dios nunca queda sin reciprocidad; es más, nosotros podemos amar a Dios porque él nos amó primero (1 Jn 4:19). El amor a Dios nace fácil, cuando decidimos creer que él nos ha amado tanto que se dio por nosotros hasta la muerte, es más, es natural amarle. Así que de la misma manera que nosotros nos volcamos hacia alguien que nos ama, ¡cuanto más no va Dios a querer cumplir nuestros anhelos si le amamos!
3. ENTREGA: pon tu vida en las manos del Señor, confía en el y el vendrá en tu ayuda. Deposita en el Señor tu trabajo, tus finanzas, tu salud, y el vendrá en tu ayuda. La mayoría de las veces no vemos la ayuda de Dios porque se nos hace muy difícil soltar las riendas de nuestra vida.
Poner nuestra vida en las manos del Señor puede ser mas sencillo de lo que usted cree, es reconocer que todo lo que tenemos es dádiva de Dios, no solo producto de mi inteligencia o de mi esfuerzo. Cuando creemos eso, podemos entonces reconocer que todo lo que necesitamos también Dios lo puede proveer. Cuando entendemos eso, entonces uno puede descansar a pesar de todo lo que le pueda estar pasando y podemos decir: “Señor voy a descansar en ti, poniendo todas mis situaciones en tus manos, porque yo se que tú vas a venir en mi ayuda.”
CONFIA EN EL SENOR
AMA AL SEÑOR
ENTREGALE TU VIDA
Y EL VENDRA EN TU AYUDA
SALMO 37
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