Columna en el Periodico El Nuevo Día 11/ene/2013
http://www.elnuevodia.com/voz-nosomosjoseenrique-1424476.html
…no somos José Enrique, ni Julio Enrique, y tampoco somos su familia porque al final de la jornada diaria cuando vamos a la cama y miramos al lado, nuestros hijos siguen estando ahí, nuestro esposo sigue estando ahí; no está su lecho vacío. No somos José Enrique porque tenemos la elección de participar de ese dolor y sufrimiento como una reacción de empatía y solidaridad colectiva, pero no somos aquel o aquella a quien no se le dio la oportunidad de escoger. Decir “Yo soy José Enrique” es como dar el pésame diciendo “yo sé como te sientes”. Esto puede ser consolador pero también puede ser insultante. NO, no se como se siente, no soy José Enrique ni soy su mamá, su papá o su esposa.
No somos José Enrique porque la empatía y la solidad no es convertirse en el otro o la otra (cosa que no es posible), sino ponerse en su lugar y actuar en contra del mal que ha ocasionado este dolor. Empatía es buscar dentro de tu corazón y tus experiencias hasta encontrar las más cercanas a lo que pueda estar sintiendo la otra persona, para entonces poder acercarnos y decir: “no se lo que sientes pero comparto tu tristeza, mi corazón se duele contigo y la impotencia que siento al pensar que no puedo hacer nada es una motivación para acercarme a ti y tratar de emprender un proyecto de vida que pueda ayudar a cambiar las cosas para bien”.
Lo que SÍ somos es un pueblo consternado y dolido, decidido a cambiar las cosas; un pueblo capaz de reconocer que necesita de una Fuerza Superior que nos ayude a desenterrar la imagen de Bien, de Justicia y de Amor que agoniza en nuestro interior, para poder superar el pecado de la indiferencia. Somos también un pueblo capaz de sufrir con el otro y la otra y de unirse en esperanza.
ESO SÍ SOMOS…
Related articles
Muy cierto Ivelisse!! estoy contigo