Las manos del cristiano tienen que trabajar para el Reino, los pies del cristiano y la cristiana tienen que conducir a otros al Reino, y nuestra mirada tiene que estar puesta en el Reino de Dios.
Las manos del cristiano tienen que trabajar para el Reino, los pies del cristiano y la cristiana tienen que conducir a otros al Reino, y nuestra mirada tiene que estar puesta en el Reino de Dios.