Tu vives, yo vivo y viviremos con Cristo eternamente porque Jesús nos mostró el verdadero corazón de la ley, honrar a Dios amando al prójimo. En palabras de Ireneo en el segundo siglo “la gloria de Dios es que el hombre [Sic] viva”.
Por qué mi hijo se llama Juan
En ocasiones hacer la voluntad de Dios requiere de nosotros romper las reglas de la costumbre cultural y la tradición religiosa poniendo por encima la convicción que nace de nuestra experiencia con el amor misericordioso de Dios.
