La inteligencia artificial (IA) ha transformado el panorama tecnológico contemporáneo, suscitando preguntas fundamentales sobre su impacto en la vida humana, el trabajo y, crucialmente, su relación con la ética y la teología cristiana. Abordamos aquí de manera introductoria estos temas teológicos —creación, Imagen de Dios, ética, pecado, salvación y escatología— integrando reflexiones de teólogos contemporáneos.
Es esencial comprender que la IA es una extensión de las capacidades humanas, creada y nutrida por nosotros para nuestro servicio y para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la reflexión teológica siempre debe recordar que Dios es el Creador y Sustentador del universo, y nada escapa a Su poder. Señala Jürgen Moltmann, “Dios no solo crea, sino que también sostiene y redime sucreación”, por lo tanto la relación de Dios con su creación es dinámica aunque mantenga su caracter trascendente.
En cuanto a la Creación y la IA, es vital diferenciar la naturaleza de la IA de la creación divina. La IA no es una creación ex nihilo (de la nada). Más bien, es una tecnología diseñada por el ser humano, utilizando la capacidad otorgada por Dios para ser mayordomos de Su creación y co-creadores hacia la redención plena. Michael Burdett sugiere que la creación tecnológica es una extensión de la capacidad humana bajo la soberanía divina. Por tanto, la IA debe verse como una herramienta que, utilizada correctamente, puede contribuir al bienestar humano y al cumplimiento del mandato de cuidar la creación.
Uno de los debates más relevantes concierne a La Imagen de Dios (Imago Dei) y la IA. Karl Barth enfatizó que la imagen de Dios en el ser humano reside en la capacidad de relacionarse con Dios, no en lo intelectual o creativo. Por ello, la IA, por avanzada que sea, carece de este aspecto relacional trascendente–espiritual. La dignidad y el valor inherentes del ser humano provienen de la Imagen de Dios y están reservados exclusivamente para los humanos. Los humanos poseen conciencia de pecado y una búsqueda ontológica de Dios, estableciendo una clara frontera entre la IA y su diseñador. La IA no busca a Dios ni necesita reconciliación. No puede sustituir al ser humano en su relación con Dios ni poseer Su Imagen, ya que carece de dignidad, moralidad inherente, necesidad relacional, libre albedrío, conciencia moral y la capacidad cualitativa de amar o ser libre. Brent Waters afirma que ninguna tecnología puede replicar la dignidad humana inherente, la cual emana de la relación con el Creador.
La Ética Cristiana y la IA plantea desafíos significativos en su programación y aplicación. Los principios cristianos de justicia, amor y misericordia deben guiar el desarrollo tecnológico. Jacques Ellul alertó sobre el peligro del determinismo tecnológico, donde las innovaciones se adoptan sin considerar sus implicaciones morales. Un problema central es el sesgo algorítmico: la IA, alimentada con datos sesgados, amplifica las inequidades existentes. La IA es amoral en sí misma, aunque ejecuta según la moral de quienes la alimentan. La teología cristiana demanda tecnologías que promuevan la equidad y la justicia, evitando la marginación y explotación. Además, surgen preocupaciones éticas por la pérdida de privacidad y la toma de decisiones autónomas de sistemas superinteligentes. La ética cristiana busca que la IA asista el bienestar común, no que ponga en riesgo el trabajo y el bienestar de las personas.
En el ámbito del Pecado, la Salvación y la IA, el pecado es la ruptura de la relación con Dios por la búsqueda de satisfacción individual. Jacob Shatzer advierte que la dependencia excesiva en la IA puede fomentar una teología de autosuficiencia, desviando la confianza de Dios hacia la tecnología. Si bien la IA puede ser utilizada para fines redentores, como mejorar la calidad de vida o asistir en la evangelización, no es la fuente de la salvación, ni temporal ni escatológica. Su poder está limitado por la finitud humana de su diseñador. La IA no puede restaurar la relación del ser humano con Dios; “La salvación pertenece a nuestro Dios” [13, Ap 7:10]. La salvación es por gracia a través de la fe, un don de Dios, no por obras o el conocimiento humano que alimenta la IA [Ef 2:8-9].
Finalmente, la Escatología y la IA se relacionan con la creencia cristiana de que la creación avanza hacia la redención plena en Cristo. El “orden de la salvación” está reservado para los seres humanos . Aunque algunos futuristas postulan una “singularidad tecnológica”, Michael D. Langford subraya que “la nueva creación es una realidad cualitativamente distinta que la IA no puede definir ni producir”. La teología cristiana rechaza que la IA usurpe el rol de Dios en la historia de la salvación. La IA es una herramienta en el proceso de restauración, pero el pasado, presente y futuro de la creación pertenecen a Dios. Langford también advierte que atribuir a la IA la capacidad de destruir el mundo niega el poder de Dios y otorga a la humanidad una autoridad que no posee.
En conclusión, la IA plantea desafíos y oportunidades significativas para la teología cristiana. Es una extensión del ingenio humano, pero carece de dignidad o agencia moral propia. Es fundamental que la teología cristiana participe activamente en el debate sobre la IA, asegurando que su desarrollo se oriente hacia el bien común y la justicia. Aunque la IA puede ser una herramienta valiosa, la relación con Dios sigue siendo exclusiva del ser humano. La IA reflejará lo mejor y lo peor de la humanidad, pero la empatía y el abrazo no se aprenden ni se copian; se sienten. El ser humano siempre necesitará la conexión que le permite sentir a Dios.
Referencias:
Barth, Karl. Church Dogmatics. 1932-1968.
Ellul, Jacques. The Technological Society. 1964.
Langford, Michael D. AI, Faith and the Future: An Interdisciplinary Approach. Oregon:
Pickwick, 2022.
Moltmann, Jürgen. Gott in der Schöpfung. Ökologische Schöpfungslehre. 1985.
Shatzer, Jacob. Transhumanism and the Image of God: Today’s Technology and the Future of Christian Discipleship. 2019.
Scherz, Paul. “The Ethics of Bias in Artificial Intelligence”, Theological Studies. 2021.
Waters, Brent. From Human to Posthuman: Christian Theology and Technology in a Postmodern World. 2006.
*Versión corta de la conferencia para el taller: Integrando la Inteligencia Artificial al Ministerio, Instituto Juan Figueroa Umpierre, ICDC Puerto Rico. Puede conseguir el libro que incluye ponencias del Dr. Marcos Velez Rivera y Jesús Rodriguez Cortes en IDVIRTUAL.ORG.

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