La tradición bíblica no tiene como fecha festiva la despedida de año y el Año Nuevo; sin embargo, el pueblo creyente a través de la historia de la revelación se ha confrontado con mucho momentos fronteras, momentos límite entre lo viejo y lo nuevo, lo pasado y lo por venir.
Esta fecha trae consigo nostalgias y también alegrías.
La despedida de año y el Año Nuevo se colocan precisamente después del nacimiento de Jesús porque Su llegada representa un nuevo comienzo para la humanidad. Su llegada representa una nueva visión de futuro guiada por el Dios que está presente y que ha decidido caminar con nosotros.
Cuando los pastores recibieron el anuncio del cielo de que les había nacido un salvador, recibieron también una invitación a buscarle. Y esa invitación la precede una exhortación a “no temer”. Hoy el cielo también nos dice: “no temas”. No le temas al momento presente, al año que despedimos y al que está por comenzar, porque lo que precisamente el cielo tiene que anunciarnos es que Dios está on nosotros.
Continúa contando el relato del evangelio de Lucas, capítulo 2:
15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:
—Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.
16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores.
LUCAS 2:15-18
Nuestro itinerario de la fe para este nuevo año, debe ser similar al de los pastores:
- Buscar: salir al encuentro con Jesús. Aceptar la invitación que el cielo nos hace para encontrarnos con el regalo de amor de parte de Dios que puede transformar nuestra vida y la de aquellos a nuestro alrededor.
- Experimentar: Ver y Vivir la experiencia del encuentro con Jesús. Cuando tomamos la decisión de dejar a un lado las dudas y los pretextos, y nos damos la oportunidad de vivir la experiencia de Dios, la experiencia de ese encuentro con Dios, nuestro futuro se ilumina de esperanza.
- Contar: cuando los pastores fueron, encontraron a Jesús y vivieron la experiencia de ese encuentro desde la fe de los pobres, de aquellos como El Niño y sus padres, sin casa, sin techo, sin provisiones, de los que viven sin privilegios, del día a día, de la provisión milagrosa de Dios. Esos a quienes nunca les había llegado una buena noticia en la vida, y mucho menos del Cielo; tenían una gran experiencia que contar. Y como resultado, los que los oyeron quedaban admirados.
A las puertas de este nuevo año, despidiendo un año que ha sido difícil, como lo fue para los puertorriqueños el 2017, el 2018 y el 2019, aun en las dificultades del 2020 podemos mirar atrás y reconocer que Dios ha sido nuestro refugio, fortaleza y provisión, y ahora no será distinto.
Acepta hoy, a las puertas de un nuevo año la invitación de los pastores a salir al encuentro con Jesús, vivir la experiencia de ese encuentro y contar a otros lo que Dios ya ha hecho y lo que sabemos que hará.
Lo que el Señor ha hecho por nosotros es garantía de lo que hará.
Frente a un nuevo año, cree y celebra que el Señor está contigo y que nos anuncia el año de la buena noticia.
Recibe hoy la Bendición para este nuevo año:
24 »“Que el Señor te bendiga y te proteja;
25 que el Señor te mire con agrado
y te muestre su bondad;
26 que el Señor te mire con amor
y te conceda la paz.”
NÚMEROS 6:24-26
¡Gracias por su vista!