MI RESPONSABILIDAD ANTE UNA NUEVA OPORTUNIDAD (2014)

Oportunidad

Comúnmente leemos el texto bíblico afirmando todo lo que dice sin cuestionamientos ni análisis disonante que nos lleve a la reflexión y al aprendizaje. Los hombres y mujeres de la biblia son el prototipo de nosotros mismos y de nuestras vivencias. Pero sería hipócrita y hasta ignorante decir que todo lo que desprendemos de ellos es bueno. Muchas veces la diferencia entre sus historias y la nuestra está en la manera en la que ellos y ellas se dejaron usar por Dios y entraron en un proceso de aprendizaje que les permitió ver el cumplimiento de la voluntad divina. Otros personajes como Moisés y David nunca vieron la plenitud del propósito de Dios para sus vidas como consecuencia de sus errores y su pecado.
 
Comenzando un nuevo año debemos reflexionar sobre la conducta que no nos permite alcanzar la voluntad de Dios. El Génesis nos presenta en Adán un hombre que no podía asumir la responsabilidad por sus propias acciones (Gn 3). En Adán nos vemos a nosotros y nosotras mismas cuando señalamos los defectos y responsabilidades de otros incluyendo el gobierno, la iglesia, la familia y la sociedad y nos convertimos en críticos crueles y jueces de todo y de todos. “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.” {Gn 3:12) Nuestra osadía nos lleva a culpar a todo el que se nos pare de frente incluyendo a Dios; a Dios por lo que nos ha dado o por lo que no nos ha dado, y a los que están a nuestro lado porque su conducta y fragilidad nos expone, nos tienta y nos contamina.
 
¿Como se hubiese desarrollado la historia bíblica si Adán hubiese contestado diferente? La experiencia de Adán debe provocar en nosotros un análisis que nos lleve a la reflexión y al aprendizaje, que nos lleve a responder frente a la crítica, el error y el pecado asumiendo la responsabilidad: “sí Señor, comí del fruto, fallé, pequé, qué puedo hacer para enmendarlo”, puede ser el comienzo de un año mejor.
 
Adán escuchó la voz de Eva y Eva la de la serpiente pero ninguno fue capas de asumir su responsabilidad, con esto provocaron que Dios les expulsara del Edén. La vida fuera del Edén se convierte en el terreno de aprendizaje para el ser humano, el mundo de luchas, esfuerzos y sufrimiento. Cuántos siglos más de guerras, injusticia, marginación, pobreza y dolor han de pasar para que aprendamos que el juicio y la condena no son las alternativas para sanar, crecer, prosperar y disfrutar de una vida mejor. Culpar a otros y juzgar no me exime de mi propia culpa y responsabilidad como tampoco engaña a Dios aunque engañemos a los demás.
 
Asumir mi responsabilidad enfrenta al otro a asumir la suya pero requiere de nuestra parte una gran valentía y compromiso de cambiar. Asumir mi responsabilidad es difícil porque me enfrenta a la necesidad de actuar con gestos concretos que promuevan cambios mientras que culpar a otros pone la responsabilidad en ellos liberándome de la obligación de hacer. Asumir mi responsabilidad también mueve a Dios a la acción frente a un hombre y una mujer que demuestra madurez, justicia y amor frente a su prójimo. Asumir mi responsabilidad para emprender un camino mejor de reconciliación con Dios y con los demás me coloca a las puertas de la tierra de la promesa (Dt 8:8-9) para disfrutar de la abundancia y la vida mejor que Dios tiene preparadas para nosotros y de la cual recibimos la primicia en Cristo Jesús.
 
¡Así nos ayude Dios!
 

¡Gracias por su vista!

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

Website Powered by WordPress.com.

Up ↑

%d bloggers like this: