Resistirse a perdonar es resistirse a la vivencia transformadora de la Gracia. Perdonar es abrir el alma a experimentar el amor pleno de Dios, capaz de desbordar el corazón de cualquier ser humano.
Resistirse a perdonar es resistirse a la vivencia transformadora de la Gracia. Perdonar es abrir el alma a experimentar el amor pleno de Dios, capaz de desbordar el corazón de cualquier ser humano.